Biología, epidemiología
- Conservación, fuentes de inóculo
Thielaviopsis basicola se mantiene durante mucho tiempo en el suelo, gracias a sus clamidosporas (Figuras 1 y 2). Es capaz de colonizar materia orgánica e infectar muchas plantas hospedadoras, cultivadas o no, lo que ayudará a multiplicarla y conservarla. De hecho, se han identificado más de 120 especies pertenecientes a al menos 15 familias botánicas diferentes. Entre los cultivos de hortalizas, se pueden citar el frijol, el guisante, el pepino, el melón, la sandía, la zanahoria, la berenjena, el tomate ... Estos hospedantes no tienen la misma sensibilidad a este hongo y por tanto lo multiplican. Más o menos bien. Además, las cepas de Thielaviopsis basicola también muestran diferentes poderes patógenos.
En los viveros, el polvo del suelo contaminado es una fuente importante de inóculo. También se conserva sobre el material utilizado para la producción de las plantas.
- Penetración e invasión
Las clamidosporas, en menor medida endoconidias (Figura 3), germinan cerca de las raíces y entran en ellas directamente a través de la epidermis o por heridas. El hongo coloniza rápidamente los tejidos de la corteza y los vasos que hace que se pudran.
- Esporulación, diseminación
En los tejidos dañados produce numerosas clamidosporas (Figuras 1 y 2). También se forma en la superficie de las raíces, junto con una multitud de endoconidios (Figura 3).
Estas estructuras se dispersan fácilmente por el agua y el polvo del suelo. Es probable que la tierra presente en las herramientas utilizadas para trabajar la tierra ayude a propagarlas. Lo mismo ocurre con las plantas de melón que pueden estar contaminadas.
- Condiciones favorables para su desarrollo
T. basicola Se sabe que es grave en varias plantas cuando las condiciones de crecimiento son difíciles. Este es el caso durante las primaveras frías y húmedas. En estas condiciones, el desarrollo radicular de las plantas se reduce, o incluso se detiene, y este hongo aprovecha para atacar severamente. Por tanto, aprecia los suelos húmedos, pero especialmente fríos. Su óptimo térmico suele rondar los 17-23 ° C. El pH del suelo influye en su comportamiento; a pH ácido (alrededor de 5,6) normalmente es menos activo. Agregar calcio al suelo puede aumentar su desarrollo.