Principales síntomas
Agallas blancas más o menos grandes y regulares caracterizan la presencia de nematodos pertenecientes al género Meloidogyne spp. en el sistema de raíces de calabacín (Figuras 1 y 2) y calabaza. Estos gradualmente se vuelven marrones y se subenvuelven a medida que evolucionan (figura 3), y su número y forma dependen de la especie predominante y de la tasa de inóculo en el suelo.
Las dos especies más reportadas en estas cucurbitáceas, M. incognita y M. javanica , causan grandes agallas que a veces cubren todo el sistema radicular. También se observan hinchazones longitudinales más o menos tortuosos y extensos (figura 4).
Una sección transversal de las agallas permite resaltar las hembras maduras, confirmando así el parasitismo de estos nematodos.
Estas alteraciones radiculares interrumpen la absorción de agua y elementos minerales y, por tanto, el desarrollo de plantas que presentan un crecimiento más o menos reducido. El follaje puede ser clorótico y el marchitamiento a veces ocurre durante las horas más calurosas del día. Las hojas inferiores de las plantas gravemente afectadas muestran una senescencia temprana.
Se reducen el tamaño y el rendimiento de la fruta.